8 de marzo 2016
La tradición de conmemorar un día para reivindicar la igualdad de derechos de la mujer es centenaria. Hoy, 8 de marzo, se celebra el Día Internacional de la Mujer en la mayoría de los países. Sin embargo, hasta llegar a esta fecha se ha transitado mucho. Por el camino, la efeméride ha evolucionado, ha cambiado de fecha y ha perdido la palabra ‘trabajadora’ de su cabecera, que surgió con su espíritu y concepción sindicalista. El 8 de marzo -declarado oficialmente por la ONU en 1975- se reivindica a todas las mujeres y la igualdad completa de derechos. Y este 2016 todavía hay poco que celebrar, pero mucho que reclamar: el fin de la discriminación, que se erradiquen las violencias machistas, que se alcance la igualdad salarial, la universalización de los cuidados, la libre elección…
La mujer Sordociega por ser discapacitada sufre una doble discriminación y esta situación hace que seamos mas fuertes. Tradicionalmente, la sociedad ha tendido a aislar y a segregar a las mujeres con discapacidad, y a pesar de los logros y avances obtenidos en los últimos tiempos , este tipo de discriminación (sutil a veces) sigue representando un problema grave y alarmante.
Pero, al contrario de lo que ocurre con otro tipo de grupos vulnerables o que sufren discriminación, las mujeres con discapacidad carecen generalizadamente de recursos o dispositivos legales eficaces para eliminar y corregir dichas conductas discriminatorias.
Nosotras nos enfrentamos continuamente a dichas circunstancias, que se evidencian en cotas mayores de desempleo, salarios inferiores, menor acceso a los servicios de salud, mayores carencias educativas, escaso o nulo acceso a los programas y servicios dirigidos a mujeres en general, mayor riesgo de padecer situaciones de violencia y todo tipo de abusos, etc., realidad que se agrava por la existencia de normas y políticas que fomentan la dependencia y por la dificultad de introducir modificaciones en los hábitos preexistentes. De igual modo, las mujeres con discapacidad soportamos aún con más crudeza que en los varones con discapacidad exista la persistencia de prejuicios, estereotipos e ideas recibidas, generalizados en todos los ámbitos, que distorsionan la imagen social y la percepción normalizada de este grupo de mujeres.
Por estos motivos y con mas fuerzas necesitamos sentir el grupo de mujeres, sentirnos libres entre nosotras para ser capaz de expresar toda nuestra realidad y comenzar a poner soluciones en nuestras vidas, con el único objeto y sencillo sentimiento de querernos y ser felices.
Clara Maria Victoria Pechuan
Fuensanta Trigueros Molina
Comision de la mujer Sordociega
Asociacion de Personas Sordociegas de la Comunidad Valenciana, ASOCIDE CV